Transferencia de calor eficiente con un tamaño reducido.

Adecuados para aplicaciones donde se utilizan medios agresivos como el amoníaco o donde no se acepta la contaminación de cobre y níquel.

Diseñados para transferir energía térmica de forma eficiente entre un gas y un fluido líquido, asegurando un rendimiento óptimo en procesos industriales.